AMANTE DE LA FOTO Y EL GUACAMOLE

Es considerado uno de los diez mejores fotógrafos del mundo. La exposición Delirios de la Razón de David LaChapelle abre desde mañana en el Museo de las Artes.

El artista estadounidense David LaChapelle (Connecticut, 1963) es considerado uno de los diez mejores fotógrafos del mundo. Por primera vez está en Guadalajara mostrando la exhibición titulada Delirios de la Razón que estará abierta al público a partir de mañana en el Museo de las Artes, lo que se logró después de tres años de gestión de la productora 212.
El fotógrafo llega con un buen precedente del público mexicano, pues la exposición se presentó antes en la ciudad de México, de donde viene sorprendido por la cantidad de seguidores de su obra. “No lo sabía cuando fui a la ciudad de México; tenía el presentimiento de que había seguidores, una audiencia, pero no imaginaba que era tan extensa. Me asombré por los fans y la gente que vino a ver mi trabajo al museo, porque parecía más bien un concierto de rock”.
La Chapelle ha fotografiado celebridades como Marilyn Manson, Leonardo Di Caprio, Madonna, David Beckham, Hillary Clinton y otros, “son retratos de estrellas, pero siempre he contado una historia en cada uno”; también ha trabajado en publicidad y sus imágenes han aparecido en revistas de prestigio, la primera fue Interview, a donde ingresó recomendado por Andy Warhol.
Sus fotografías han sido calificadas como bizarras, surrealistas, descabelladas, pero llenas de glamour y hermosas, y por muchos son consideradas objetos de culto. “Trato de conectarme con las personas y usar la belleza como una herramienta, y aunque pueden parecer provocativas, es para provocar que la gente piense, al mismo tiempo que les cuento una historia”.
Todas esas imágenes están atrapadas en su cabeza, comenta, “tengo muchas ideas en la cabeza, cosas que quiero decir y dejar salir. Así que cuando pienso en algo o estoy obsesionado con algo, tomo una fotografía para sacarlo de mi mente. Es una manera de liberar esa idea, a veces incluso de manera humorística.”.
Hace tres años dejó las revistas para empezar a crear piezas más artísticas en las que refleja los problemas de una sociedad decadente. “Yo he tomado muchas fotos por muchas razones en 20 años. Pero como fotógrafo de revistas, fue un reto el tratar de criticar la idea del materialismo o el consumismo, al mismo tiempo que trabajaba para esas publicaciones. Hoy puedo exhibir mi trabajo en galerías, puedo hacer lo que yo quiero y soy libre de marcar mis propios fronteras”.
Durante su estancia en Guadalajara, también tendrá una charla con universitarios para compartir su experiencia. Sabe que es una inspiración para los jóvenes y que les parece muy intimidante ver todo el equipo que usa. “Ese es mi reto porque me gusta el espectáculo y los grandes sets. Pero empecé sin nada. Y todavía hoy podría fotografiar sin mucho equipo si tuviera que hacerlo. Cuando era joven y no tenía dinero, usaba mi creatividad para hacer imágenes interesantes”.
De México se lleva una buena impresión y de alguna manera se identifica con el país, “aquí no le temen al color, ni al drama, a lo romántico ni a lo hermoso”. Dice que la gente es la más amable de los países que ha visitado. También ha descubierto la comida mexicana, “me gusta el guacamole, las tortillas y los frijoles. Es mi comida favorita. Podría vivir siempre de eso”.