EL FELLINI DE LA FOTO
Una misma imagen puede ser captada por varios fotógrafos, pero al observarla detenidamente se notan pequeñas o grandes diferencias. La técnica, el sentimiento y el estilo imprimen es lo que las distingue. Poseedor de un sello inconfundible. David LaChapelle, quien despuntara en los años 80, crea fotografías surrealistas que recorren museos y salas de arte en el mundo. Con gran audacia, su cámara atrapa diversas personalidades, y concierta irreverencia les transforma en tomas con las que conquista al ámbito de la moda, al cine y a las galerías. Y es una colorida muestra de ese trabajo la que por primera vez se presenta en México a partir de febrero y hasta junio bajo el nombre de David LaChapelle Delirios de la razón en el Colegio de San Ildefonso. A través de ella, LaChapelle nos confronta con las imágenes controvertidas y glamorosas que forjan su particular estilo, como la clásica foto Death By Hamburger, en la que expresa el ambiente de la moda, la cultura pop, el sexo y el exceso, así como Amanda, As Andy Warhol's Marilyn, en la cual trabajó con la modela Amanda Lepore, y en la que mezcla rasgos de Andy Warhol y Marilyn Monroe. La muestra también incluye una selección de las imágenes más representativas de su libro Heaven to Hell, publicado en 2006, última parte de la trilogía que iniciara con la publicación de LaChapelle Land en 1996, seguido de Hotel LaChapelle en 1999.
Previo a dichas ediciones, este originario de Connecticut, ya había dado a conocer su peculiar visión en Artists & Prostitutes. Ha sido su inflexible dedicación a la originalidad lo que lo ha llevado a publicar su trabajo en revistas de moda, y a retratar a personalidades tan diversas como Madonna, Uma Thurman, Elizabeth Taylor, Angelina Jolie o Hillary Clinton, entre otros. Antes de erigirse como una celebridad, el nombre de David LaChapelle se forjó en el ámbito académico, en la Escuela de Artes de Carolina del Norte, en la Liga de Estudiantes de Arte y en la Escuela de Artes Visuales. Sin embargo, el sentimiento y su afán por innovar, lo llevaron a experimentar y recrear herramientas que lo ayudaron a subir muy rápido los peldaños de la fama. Su primer trabajo profesional llegó antes de terminar la preparatoria, cuando Andy Warhol lo invitó a colaborar en la revista Interview en los 80. Un augurio inigualable para quien se sentía atraído por la corriente pop, la rebeldía y una estética un tanto grotesca, lo que con el paso de los años se convertiría en su sello único, y para algunos incluso en un género. LaChapelle se estableció entonces en Nueva York, la plataforma cultural idónea para llamar la atención de grandes nombres. "De todos los fotógrafos que inventan imágenes surrealistas, es el señor LaChapelle quien tiene el potencial para hacer el género de Magritte", declaró alguna vez Richard Avedon al New York Times.
A la fecha, su inspiración reside en la historia del arte, en lo que lo rodea y en los aspectos urbanos que, mezclados con su ingenio, le sirven de materia prima para dar forma a su visión de la cultura popular actual, saturada de color y sentido del humor. LaChapelle aprovecha siempre la sustancia y la forma, lo que se percibe cuando desmonta los arquetipos de los medios de comunicación y la historia del arte, a los que convierte en complejos y críticos caminos. Aunque también crea imágenes que rompen con el clásico género del retrato, así como fotos que retoman el tema religioso de forma polémica. Artista que de igual modo imprime a su obra enfocada a la moda. Ejemplo inequívoco de su inventiva e ironía son las imágenes de Heaven to Hell, en cuya portada aparece Courtney Love, ataviada como María Magdalena, sosteniendo en sus brazos a Jesús.
"Es interesante inspirarse en personas que pertenecen a la sociedad normal - estándar - aparentemente falsas, pero ellas (Courtney Love y Pamela Anderson) tienen un espíritu genuino y son mis verdaderas amigas", dijo alguna vez. Pero como todo artista, el estadounidense también tiene sus influencias. En su caso, el renacentista Miguel Ángel Buonarrotti y Andy Warhol.
En sus más de 20 años de carrera, el llamado Fellini de la fotografía también ha experimentado en campos como el teatro, el cine documental y la dirección de videos musicales. Logros qué llevaron a la revista American Photo a considerarlo como una de las diez personalidades más importante de la foto. Y aunque hoy reside en Los Ángeles, LaChapelle ha tratado de recrear en su estudio la atmósfera neoyorquina. Ahí imagina, planea y concibe.
Texto por Mercedes Osorio
