LEONARDO DA VINCI EL ROSTRO DE UN GENIO

 

 


LA TAVOLA LUCANA

El descubrimiento, en diciembre de 2008, de una pintura que representa el retrato de Leonardo da Vinci, ha reabierto un debate extraordinario sobre las características del rostro del genio toscano, a menudo identificado en su fisonomía a través del anciano reproducido en la Biblioteca Real de Turín en Italia. Sin embargo, la pintura encontrada por Nicola Barbatelli tenía familiaridad con otro idéntico retrato conservado en la Galleria degli Uffizi en Florencia y celebrado hasta el final del siglo XIX como una obra maestra autógrafa del genio artístico toscano. La pintura, que durante mucho tiempo ha sido identificada como el “Autorretrato Lucano”, debido a su ubicación en el Museo delle Antiche Genti di Lucania, precisamente en Basilicata, fue sometida a un intenso y estructurado protocolo de pruebas y exámenes de laboratorio, promovidas por seis diferentes universidades de la región Campania.

Este impresionante proyecto científico al final ha colocado la obra entre el periodo del cuatrocientos y quinientos y ha resuelto la más antigua duda sobre los reales rasgos del rostro de Leonardo Da Vinci; el estudio de la histórica documentación permitió también de reconstruir los diferentes movimientos de la misma obra a partir de la Toscana hasta Nápoles y ha consentido rastrear también los lugares más recientes en el área del sur de Italia.

Sobre la base de la investigación diagnóstica se inició el proceso de crítica razonada y, después de años de extenuantes estudios, el Autorretrato Lucano (o Tavola Lucana) ha sido atribuido a Leonardo da Vinci según los más importantes especialistas y la obra ha sido presentada en los eventos más prestigiosos del arte mundial.